El macramé es un arte muy antiguo que consiste en hacer nudos decorativos.
Con esta técnica se pueden hacer pulseras, cortinas, soportes para colgar macetas, bolsos, sandalias, cinturones, pantallas para lámparas, cubre botellas... las posibilidades son múltiples.
Consiste en ir cruzando hilos para elaborar trenzas decorativas. El hilo puede ser de diferentes materiales: lino, algodón, nailon, poliéster... y el color dependerá de lo que queramos hacer.
Tenemos que calcular el hilo que vamos a necesitar y cortarlo en trozos de la misma medida, la longitud exacta de los cordones dependerá de la labor que vayamos a realizar (los hilos se cortan generalmente 8 veces más largos que la longitud prevista para el trabajo determinado).
También calcularemos los grupos de 4 hilos que vamos a utilizar (para una pulsera nos valdrá un grupo de 4 hilos), pues dependiendo del trabajo que vayamos a realizar pondremos más grupos de hilos que iremos entrelazando a base de nudos.
Hay muchísimos tipos de nudos, en las imágenes podéis ver los más comunes.
Se empieza con una cuerda que nos servirá como punto de referencia para atar el resto de los hilos, esta cuerda deberemos atarla en los extremos, por ejemplo al respaldo de una silla, asegurándonos de que quede tensa, luego cogeremos 2 hilos que pasaremos dobles por dicha cuerda formando un grupo de 4: los 2 de la parte exterior serán con los que trabajemos para ir formando los nudos y los 2 de la parte interior serán los que nos servirán de guía.
Al enlazar un grupo de hilos a otro utilizaremos como guía una de las guías de cada uno y trabajaremos con un hilo de la parte exterior de cada grupo... Siempre trabajamos con 4 hilos: 2 que nos sirven de guía y los otros 2 que utilizamos para hacer nudos.
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